Capital Política / Cimbra Eduardo Ovando al PRI

31ovandoPor David Acosta /

La salida de Eduardo Ovando del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado solo evidenció, aún más, la sentencia de muerte de este instituto político. La terquedad y arrogancia, son los factores principales de su declive.

Hay quienes todavía aseguran que el partido se fortalecerá y resurgirá, inclusive que volverá a gobernar Quintana Roo. Hay quienes por el contrario señalan que el PRI está desahuciado y es cuestión de tiempo para que desaparezca. 

En los hechos y desde afuera todo parece apuntar hacia una muerte segura, Eduardo Ovando fue un político clave del PRI, con su salida y la de su Red de Amigos, se va algo más que militantes, se va parte de la historia y de la lealtad que en algún momento se impulsó en el viejo priismo de la entidad, pero que además llevó a este instituto a obtener triunfos desde que esta ideología partidista sentó sus raíces en Quintana Roo, como entidad federativa. 

Más de 43 años de militancia priista alineándose y aguantando imposiciones de candidatos, es muestra de que se tenía fe en el partido. Pero la arrogancia y la terquedad de un pseudo político como Raymundo King de la Rosa, que no se atrevió siquiera a llegar a la diputación por voto directo, propició en parte la salida de este político que no solo es respetado por los militantes del PRI, sino también por otras agrupaciones, ha recorrido casi todas las posiciones políticas en el estado, faltando únicamente la de gobernador.  

A sus casi   62 años, Ovando Martínez aún cuenta con un significativo capital político, que puede ser bien recibido por Morena para terminar de aniquilar al PRI.

Aunque King de la Rosa quiera aparentar que la salida de Ovando es una como otras tantas, la realidad es que mueve los cimientos del partido, no porque sea uno de los mejores políticos, sino porque se va uno de los militantes morales del PRI y sobre todo de la capital, que fue brutalmente aplastada en las elecciones pasadas y en donde ahora solo quedan retazos de lo que algún día fue la clase política dominante del estado. 

Pero además Raymundo King, no tiene solo en Eduardo Ovando su pase al más allá, ya que también están aniquilando al instituto Joaquín Hendricks y José Luis Toledo, así como los militantes que por hipocresía y desde adentro destruyen los pocos cimientos del llamado tricolor en la entidad. 

 

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