Capital Política
Por David Acosta
La ambición desmedida de Manuel Pérez Alavez, actual candidato independiente a diputado por el Distrito XIV, no tiene límites. Resultó peor que los políticos más oscuros de Quintana Roo. Pese a que no tiene oportunidad alguna, como aspirante a una curul, ya se vanagloria y se promueve como próximo candidato a la presidencia municipal de Othón P. Blanco.
Las candidaturas independientes en Quintana Roo, más que una opción ciudadana para el voto y para gobernar, se ha convertido en un nido de rechazados de partidos, frustrados, vividores y hasta fanfarrones.
En el caso del autodenominado “Toro” de Chetumal, la razón de su incursión en la política por la vía “independiente” obedece a que no pudo conseguir hueso en las filas de Morena, ideología a la que no solo es afín, sino que también apoya.
No se ha cansado de fanfarronear de sus ínfulas de sabelotodo y de “rico chetumaleño”, ni que decir de su preparación académica, que desde su punto de vista le da el derecho de atreverse a pensar que tiene la verdad absoluta.
La única fuerza real que tiene no es propia y ya no está en este mundo, su abuelo Tomás Pérez Garrido, de quien se ha encargado sacar todo jugo posible.
Pero como todos los “buenos” políticos no tardó en sacar las uñas. Apenas han pasado 15 días de su campaña y ya anda tras otro hueso.
Resulta que se promueve, y está haciendo «amarres», como próximo candidato a la presidencia municipal de Othón P. Blanco, cuando ni siquiera ha podido hilar ideas en sus actividades proselitistas, aunque asegura que va ganando adeptos, simpatizantes y hasta seguidores.
Dice que la sociedad ya está cansada de tener político o legisladores fanfarrones, pero se debería ver al espejo. Asegura que va en segundo lugar de las preferencias electorales en el distrito por el que participa, sin ninguna encuesta al respecto.
La cosa no queda ahí, ahora también resulta que, aunque “cause estupor y molestias, es el prietito en el arroz”.
Bueno y ya de pasada, de lograr la diputación, donará su sueldo completo para ayuda social.
Un dinosaurio de la política trae ideas más revolucionarias que Pérez Alavez, quien presume que estudió hasta en el extranjero.
La sociedad, sobre todo la chetumaleña, requiere de verdaderos políticos y de gente a la altura de las circunstancias y que resuelvan, no con lengua larga, egocentristas, presumidos y por encima de los ciudadanos.
Que no vean a los capitalinos de arriba hacia abajo, sino en igual de circunstancias. Se requiere gente de acción y con empatía social. Decir que se está ganado adeptos por recorrer dos calles, por presumir apoyo de ciertos “grupos” políticos, que a la primera de cambio se van con otros, no es tener una estrategia funcional.
La vía independiente es un esquema para proponer cosas nuevas, para trabajar de diferente forma, para innovar. No se trata solo de no ser un ciudadano participando en un proceso electoral, “sin apoyo” de algún partido político.
Lo que se observa con Pérez Alavez, es más de lo mismo.