Chetumal, 12 de octubre de 2017.- A través de una presunta conversación filtrada por trabajadores del Colegio de Bachilleres, se reveló la forma en que la directora general de la institución, Ana Vázquez, se deshace de empleados para ingresar a sus allegados y recomendados, en presunta complicidad con el oficial mayor, Manuel Alamilla.
La plática dada a conocer es vía WhatsApp, en donde Vázquez Jiménez plática supuestamente con uno de subalternos de recursos humanos, a quién le encargó despedir a como de lugar a un grupo de trabajadores de confianza de la institución.
Sin embargo no contó con que empleados del Cobach, quienes solicitaron anonimato por temor a represalias, lograron obtener la conversación.
La plática dice textualmente:
Ana: «se que me están tirando fuerte, pero no me van a vencer, se van porque se van»
«Búscales hasta debajo de las piedras y si no hay argumentos invéntaselos, esos espacios los tengo comprometidos y me urge ocuparlos»
Subalterno: «oki, oki trabajo en ello»
«Necesito armarlo bien porque son muchos años de antigüedad, pero trabajo en ello»
«Maestra me preocupa que algunos de ellos tienen ciertos afectos políticos y si no lo hacemos bien pudiera tener algún tipo de complicación y quiero evitar que pase por eso»
Ana: «por esa parte no te preocupes tengo el respaldo de Manuel Alamilla para hacerlo, mañana salgo de gira».
Los trabajadores inconformes señalaron que Vázquez Jiménez ha emprendido una campaña de terrorismo y presión en contra de la base laboral, por lo que incluso hace trabajar horas de más y modificado los horarios, para que sean los propios empleados que soliciten su renuncia, con el fin de poner a gente recomendada.
Lo lamentable según es que al parecer está aliado con el oficial mayor del Gobierno del Estado, para hacer las estrategias de despido, para que los trabajadores no tengan la forma legal de defenderse.
Por lo anterior los manifestantes piden la intervención del gobernador del estado, para que se atente con el sustento de decenas de compañeros que están en riesgo solo por los «caprichos» de la directora general del Colegio de Bachilleres.