José Jáimez /
Algo muy grave sucedió en el Congreso del Estado para que el omnipotente senador con licencia, Jorge Emilio González, dejara la comodidad de su permiso para venir a la primera sesión del periodo ordinario de la Décima Quinta Legislatura este lunes.
Evasivo como nunca se mostró con los medios de comunicación, el llamado “Niño Verde” se negó a dar entrevista al llegar al recinto legislativo, aunque luego cambio de parecer y refirió que intentó “salvar” la votación que se realizó para la designación de las comisiones ordinarias y la “cereza del pastel”, la presidencia de la Gran Comisión del Congreso local. Aseguró que fue algo turbio que diputados identificados con el PRI, se hayan sumado a las propuestas de la alianza PAN-PRD, mientras que otra se enfermaba de manera extraña para no dar su voto.
Luego de presenciar la debacle del Partido Verde Ecologista en alianza con el Revolucionario Institucional, al senador con licencia no le quedó otra más que denostar la actuación de sus oponentes, al señalar que se manejó de manera extraña y en contra de la voluntad de los votantes, al atraer a diputados de otros partidos a sus propuestas e incluso “obligándolos” a independizarse.
El “Niño Verde” se dijo sorprendido de lo que ocurría en el congreso del estado, sin embargo señaló que en Quintana Roo, la máxima tribuna del pueblo es manejada por el jefe del ejecutivo a cargo. Vaya, descubrió el hilo negro.
Al parecer al mago se le olvidó que él y su partido se prestaron a esta clase de trucos políticos, no solo en la entidad sino en otros estados del país, siempre o casi siempre en alianza con el PRI.
¿Quién envió a este personaje tan odiado por los Quintanarroenses a tratar de rescatar el “Tritanic” que estaba a punto de naufragar (y que naufraga) cerca de las aguas de la bahía? Es la pregunta obligada.
En un rincón del recinto legislativo como la muñeca fea, trataba mandando mensajes a través de su celular, de convencer al diputado por el distrito de Bacalar Ramón Javier Padilla Balam, para que reflexionara su decisión y votar a favor de los priistas y verde ecologistas. Sin embargo no logró su objetivo.
Esta vez a Jorge Emilio González no le salieron las cosas, el PAN se quedó con la Gran Comisión y se tuvo que ir como llegó entre el «anonimato» y con la “cola entre las patas”.