MOSCU, Rusia, 28 de julio de 2016.- Rusia y el gobierno de Siria abrirán corredores humanitarios y ofrecerán una salida a los combatientes del grupo extremista Estado Islámico que quieran deponer las armas, anunció el jueves el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, mientras fuerzas sirias tomaron otro distrito de la ciudad a los rebeldes.
El anuncio ruso se produjo mientras el presidente sirio, Bashar Assad, ofreció una amnistía general a los rebeldes que entreguen las armas y se rindan ante las autoridades en los próximos tres meses.
En los últimos días, fuerzas del gobierno sirio y tropas aliadas estrecharon su cerco sobre el principal enclave rebelde en la ciudad de Alepo, instando a los combatientes a rendirse. El sitio prepara el escenario para un asedio prolongado que Damasco espera que obligue a los rebeldes a deponer las armas. Esta es una táctica que las fuerzas de Assad ya emplearon en otros puntos del país, incluyendo en la ciudad de Homs.
Pero grupos humanitarios advierten de una catástrofe de grandes dimensiones si continua el sitio a los vecindarios sublevados de la ciudad. Unos 300 mil residentes están atrapados en la zona oriental de la ciudad controlada por los insurgentes, según cifras de Naciones Unidas.
En declaraciones televisadas, Shoigu dijo que el presidente, Vladimir Putin, planea una «operación humanitaria a gran escala» que se lanzará en las afueras de Alepo para «ayudar a los civiles que fueron tomados como rehenes por los terroristas además de a los combatientes que quieren deponer las armas». El funcionario mencionó tres corredores humanitarios además de puntos de alimentación y primeros auxilios fuera de la urbe.
Moscú ofreció a las organizaciones internacionales de ayuda que operan en el país que se unan a su operación humanitaria, agregó. Los combatientes que quieran rendirse podrán abandonar la ciudad por el corredor del norte, apuntó.
El anuncio ruso fue recibido con escepticismo por la oposición.